Después de 26 años de trabajar en Stratus Technologies John Van Buskirk ha aprendido un par de cosas sobre la paciencia, el control y la aceptación de los cambios, muchas de las cuales las ha tomado del yoga. Para celebrar el Día Internacional del Yoga, hablamos con John para entender cómo la práctica ha afectado su papel en Stratus.
¿Qué te llevó al camino de la ingeniería? ¿Era algo que sabías que querías hacer cuando eras niño o adolescente?
No exactamente, aunque de niño me inclinaba mecánicamente. Siempre he tenido la naturaleza de separar las cosas y volver a unirlas. Y cuando estaba eligiendo mi carrera, la industria de la informática estaba despegando. Por lo tanto, fue el pensar en mi infancia lo que finalmente me ayudó a tomar mi decisión.
¿Cuál fue su trayectoria profesional antes de unirse a Stratus? ¿Puede decirnos más sobre su actual papel en el equipo?
Antes de venir a Stratus, tenía muchos trabajos y usaba muchos sombreros. Cuando era niño mi familia tenía un restaurante en el pueblo de Hudson – Hudson Diner – donde trabajé desde los 14 años hasta el instituto como camarero y luego como cocinero de comida rápida. Una vez que me gradué, tuve varios trabajos de manufactura hasta que me puse inquieto y decidí que no era para mí. Entonces decidí volver a la escuela, asistiendo a la Universidad Nichols donde me especialicé en ciencias de la computación.
En la actualidad, en Stratus, trabajo principalmente en el área de desarrollo de Windows, pero, una vez más, llevo muchos sombreros diferentes. Trabajo como ingeniero de lanzamiento para Windows, ocupándome de todas las compilaciones y procesos para sacar el producto a la luz. Esto se refiere a muchas cosas, como cambiar las órdenes de los ECO, probar las compilaciones, etc. También trabajo como ayudante de las bases de datos de legacy . He trabajado con VOS para QA para eventualmente los productos que tenemos saliendo ahora, como el ftServer y ztC Edge.
¿Cuál es la parte más emocionante de trabajar con y en Stratus Solutions? ¿Qué es lo que más te entusiasma de la mayoría de los días?
Lo que realmente me motiva es resolver cualquier problema de los clientes. Desde una edad temprana, se me ha pegado para mantener siempre al cliente contento. Y, por supuesto, con mi madre siempre diciéndome “el cliente siempre tiene la razón” es algo que todavía me tomo muy en serio.
Entendemos que practica el yoga en Stratus! ¿Cuándo empezaste a hacer yoga y qué te llevó a traer esa experiencia a la oficina?
Me introduje en el yoga hace años, cuando Stratus daba clases en el edificio anterior. En ese momento estaba llegando a esa edad agradable de 40 y pico, y porque estaba sentado en un escritorio todo el día, sentí que necesitaba ser más activo. El instructor de yoga en ese momento era Rich Chapelle, quien realmente me abrió los ojos a los beneficios del yoga. Descubrí que salí de cada clase sintiéndome muy bien.
Cuando dejaron de dar las clases, decidí continuar por mi cuenta. Pasé de hacerlo dos veces a la semana a hacerlo a diario. Cuando llegamos al nuevo edificio, aunque hay poco espacio, lo mantuve en marcha y ahora se han unido algunos más.
Los beneficios del yoga son lo que me atrajo para seguir practicando. Ha sido un maravilloso alivio del estrés para mí y me ayuda a despejar mi cabeza y mantenerme en tierra. Podría haber tanto caos a mi alrededor pero con el yoga, es mucho más fácil desconectarse. Además, mi compañero de yoga, Mo, me ha dicho que sus problemas de espalda han mejorado enormemente.
¿Qué tipo de lecciones crees que has aprendido del yoga a lo largo del camino – cualquier cosa que sea aplicable a tu trabajo diario?
Una gran lección que me ha enseñado ha sido aceptar el cambio, lo cual es fácil de decir pero puede ser extremadamente difícil de hacer. Hay posturas en el yoga donde algunas son más fáciles que otras. Para mí, he descubierto que las posturas que no me gustan son en las que tengo que centrarme.
El cambio siempre se aplica a mi trabajo diario. Estoy constantemente metido en diferentes cosas y ayudando donde es necesario. El cambio puede ser duro, pero lo acojo con agrado.
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