Como se publicó originalmente en IoT Agenda
En todo el entusiasmo por el IIoT (Internet Industrial de las Cosas), el dominio de la actividad informática que más puede hacer para traducir la tecnología del IIoT en un valor empresarial duradero ha sido en cierto modo pasado por alto. Sí, estamos hablando de Edge Computing.
Por supuesto, la informática en Edge -infraestructura tecnológica situada en las operaciones de producción o cerca de ellas, para la recogida, el análisis y el almacenamiento de datos- lleva décadas funcionando. Procesos como mantener una línea de montaje funcionando sin problemas, suministrar agua limpia de forma continua y hacer que los trenes funcionen a tiempo han dependido durante mucho tiempo de que los datos de Edge se recopilen de forma eficiente, con sólo una conectividad limitada a los centros de datos. Sin embargo, desde el punto de vista informático, Edge se ha considerado a menudo como una especie de remanso.
Todo esto ha cambiado recientemente, gracias a las tendencias seculares (ajenas a la industria) que han impulsado un aumento espectacular de la inversión en infraestructura informática en Edge, seguido de una mayor dependencia de los datos recopilados en Edge para las aplicaciones de vanguardiaedge . Estas tendencias incluyen la importancia de los datos para el éxito de las empresas, la demanda de análisis de datos en tiempo real para tomar mejores decisiones empresariales y la creciente interconexión de “cosas” de todo tipo para recopilar cada vez más datos de mayor calidad.
Como resultado, los analistas estiman que 5.600 millones de dispositivos IoT propiedad de empresas y gobiernos utilizarán Edge Computing Edge para la recopilación y el procesamiento de datos en 2020, frente a los 1.600 millones de 2017.[ 1] Y para 2019, se espera que el 40 por ciento de todos los datos recopilados por el IoT se almacenen, procesen, analicen y actúen cerca de la red o en ella.[2]
Beneficios reales, oportunidades reales
Estas tendencias ofrecen la oportunidad de cosechar importantes beneficios, para aquellas organizaciones que puedan aprovecharlos.
Consideremos el caso de un fabricante que quiere mejorar la toma de decisiones y la productividad general. La mayoría de los fabricantes ya están operando en Edge. Aunque las operaciones de su planta pueden estar centralizadas, los datos recogidos por la maquinaria no tripulada o los puestos de trabajo desatendidos pueden estar sólo mínimamente conectados a sus centros de datos y redes empresariales. En consecuencia, el tiempo que se tarda en recopilar, procesar y analizar los datos sobre el rendimiento de las máquinas dificulta la identificación de los problemas, su diagnóstico y su pronta respuesta.
Con la infraestructura actual Edge Computing los fabricantes pueden automatizar la recopilación de grandes volúmenes de datos de las máquinas (disponibles a través de los sensores de IoT), compararlos con su propio rendimiento histórico o con los estándares del sector y realizar análisis útiles directamente en el taller. Este enfoque impulsa el mantenimiento predictivo para maximizar el tiempo de funcionamiento de las máquinas, agilizar los procesos de producción y reducir los costes.