Los proveedores de servicios de comunicaciones móviles y de banda ancha se enfrentan a una situación proverbial de “buenas y malas noticias”. La buena noticia: el uso de la red está explotando a medida que los abonados hacen del acceso a los servicios de banda ancha una parte central de sus ocupadas vidas. La mala noticia: Muchos de los suscriptores de aplicaciones están accediendo a través de la red -Amazon, Netflix, Hulu, Google, etc.- consumen montones de ancho de banda sin generar ingresos compensatorios para el CSP. Para satisfacer la creciente demanda, los CSP se ven obligados a ampliar el costoso ancho de banda o se arriesgan a perder sus suscriptores cuando la calidad de su experiencia (QoE) no cumple con las expectativas.
Los enfoques tradicionales de CAPEX para añadir ancho de banda son demasiado costosos, lo que reduce los márgenes de beneficio de los CSP. En su lugar, necesitan adoptar un nuevo enfoque, un cambio de paradigma en la forma en que prestan servicios que reduzcan los costos de infraestructura y aumenten la agilidad comercial.
La respuesta está en el cloud. El paso a redes virtualizadas, definidas por el software y “nubladas” permitirá a los ESTC transformar no sólo sus estructuras de costos operacionales sino también sus modelos de negocios. Les permitirá desplegar rápida y económicamente los servicios móviles y de banda ancha altamente personalizados que atraerán y retendrán a los abonados, protegiendo al mismo tiempo los márgenes de beneficios de los CSP.
Pero, ¿cómo llegarán los CSP a un futuro con la nubosidad? Creo que lo harán en cuatro pasos distintos. Echemos un vistazo a ellos.
Paso 1: Virtualización de funciones de red (NFV)
Al igual que la informática virtualizada transformó la empresa data center, lo hará también para las redes de telecomunicaciones. El primer paso en esa progresión es la NFV. En pocas palabras, la NFV virtualiza las funciones de red en “bloques de construcción” modulares (denominados funciones de red virtualizadas o VNF) que pueden unirse para permitir una variedad de funciones de red, desde el control de la frontera de la sesión hasta el equilibrio de la carga. En lugar de sistemas individuales que se ejecutan en un costoso hardware propietario para realizar una única función dedicada, estas funciones se realizan en software como máquinas virtuales que se ejecutan en hardware COTS de bajo coste. En efecto, esto proporciona una “reserva líquida” altamente eficiente de recursos informáticos asignados dinámicamente que pueden realizar cualquier función de red con un control inteligente basado en políticas.
Algunos CSP también están pasando a arquitecturas de redes definidas por software (SDN) para abstraer aún más el plano de control de la red del plano de datos subyacente. La SDN permite un enrutamiento eficiente y centralizado, en contraste con las arquitecturas tradicionales que requieren que cada componente de la red identifique individualmente a sus pares y lo que debe hacer en presencia de esos pares. Este “desacoplamiento” reduce significativamente los costos de operación.
La virtualización no sólo reduce el costo de la prestación de servicios de comunicaciones, sino que permite un grado de agilidad que los CSP sólo podrían soñar con sus infraestructuras legacy . Y ya está sucediendo. Varias de las principales empresas de telecomunicaciones están llevando a cabo pruebas de NFV ahora con planes de despliegue en sus redes comerciales para 2016.
Paso 2: Capa de resistencia virtualizada
La virtualización reducirá los costes y aumentará la flexibilidad. Pero, ¿entonces qué? El siguiente paso lógico es la “cloudificación”, es decir, la migración a las tecnologías de cloud que permiten a los CSP ofrecer servicios nuevos e innovadores que generan ingresos adicionales. El aprovechamiento de las sofisticadas capacidades de orquestación de cloud permitirá a los CSP crear y desplegar servicios que combinen elementos y funciones de servicio de forma dinámica, creando servicios altamente personalizados que los propios abonados puedan aprovisionar. Los CSP podrán ofrecer a casi todo el mundo servicios de alta gama que actualmente sólo están disponibles para los abonados de las empresas más grandes. Y podrán hacerlo de forma rápida, rentable y (lo más importante) rentable.
Pasar a un modelo cloud también ayudará a reducir los costes. Las avanzadas tecnologías actuales de cloud proporcionan la automatización necesaria para poder escalar y dar cabida a enormes bases de abonados y complejas ofertas de servicios, controlando al mismo tiempo los gastos de capital y los gastos operativos.
En la próxima entrada del blog, veremos los dos últimos pasos que conducen a la verdadera nubosidad de las telecomunicaciones.