A medida que la demanda de energía en los EE.UU. aumenta, las empresas de oleoductos y gasoductos sienten la presión desde todos los ángulos. No sólo tienen que presionar para obtener una mayor producción, sino que están bajo el escrutinio de los reguladores que supervisan el cumplimiento y del público preocupado por la seguridad y los impactos ambientales. Así que las empresas de petróleo y gas se están duplicando y adoptando una nueva perspectiva de los sistemas que controlan cada aspecto del negocio, desde la recolección y el procesamiento hasta la transmisión y la distribución.
Todos hemos visto cómo los fallos en el sistema de distribución de petróleo y gas pueden ser catastróficos. Una línea de gas envejecida cede y explota, lo que lleva a la pérdida de vidas, la destrucción de propiedades y la ruina de la reputación de la empresa. Para evitar tales desastres, las compañías de gas pueden emplear personal de campo para supervisar las tuberías de distribución y las estaciones de entrada y responder si un sistema de control falla. Pero con cientos de puntos de control de presión, ese enfoque se vuelve costoso.
Las líneas de transmisión pueden enfrentarse a problemas similares. En un caso, una falla catastrófica en una estación de compresores causó un incendio que le costó a una compañía estadounidense más de 500.000 dólares en daños y pérdida de producto. Con estaciones a lo largo de miles de kilómetros de tuberías remotas, muchas compañías de petróleo y gas creen que los sistemas de control fiables son la única forma práctica de prevenir tales incidentes. Pero si sus sistemas SCADA, historiadores o HMI se caen, todavía están en riesgo.
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Las operaciones de captación y tratamiento también tienen problemas. Stratus trabajó con una empresa que perdía cientos de miles de dólares al mes porque no podía controlar con precisión los datos desde el punto de extracción hasta la distribución, lo que provocaba un desequilibrio en la contabilidad de la empresa. El problema era la recogida manual inexacta de los datos de los pozos de gas y el envejecimiento de los sistemas SCADA. El deseo era conseguir precisión en tiempo real sin ningún punto de fallo, incluso en el propio sistema SCADA.
Algunas compañías tratan de resolver estos problemas lanzando más servidores al problema. Pero el número de servidores necesarios para cubrir el rango de aplicaciones en cada lugar se vuelve extremadamente costoso. E incluso con una compleja solución de clustering, que añade aún más costos, el tiempo de inactividad puede persistir.
En Stratus, nos hemos asociado con compañías de oleoductos y gasoductos por más de una década para resolver problemas como estos.
Nuestro enfoque consiste en eliminar los “momentos ciegos”, es decir, cualquier momento en el que un operador no puede controlar o ver lo que ocurre con los componentes clave en las estaciones de control de presión y de compresores, así como en otros puntos de control a lo largo del oleoducto. Los momentos ciegos están causados por el tiempo de inactividad de los sistemas SCADA, historiador, HMI y otros sistemas críticos. Stratus hace que estos puntos ciegos desaparezcan de forma sencilla y eficaz con un sistema informático virtualizado y siempre en línea 24×7.
Columbia Pipeline Group (CPG) es un gran ejemplo de cómo la tecnología “always-on” de Stratus permite a los operadores mantener las estaciones de compresión de la empresa en línea 24×7. CPG confía en Stratus para garantizar que no se pierdan datos para la aplicación analítica corporativa de CPG que soporta el pronóstico y el mantenimiento predictivo. Esto elimina la preocupación y reduce drásticamente el riesgo de una catástrofe. Puede ver un breve vídeo para saber más sobre nuestro papel en CPG y cómo las soluciones siempre activas de Stratus pueden proteger y añadir valor a sus operaciones de petróleo y gas.
Aprenda más sobre los costos del tiempo de inactividad con estos recursos:
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