Para las organizaciones de todo el espectro de la industria, la mayor conciencia de las amenazas tanto físicas como cibernéticas está impulsando un aumento de la inversión en sistemas de automatización y seguridad para la seguridad de los edificios. Están desplegando más control de acceso, más cámaras, más alarmas, más sistemas de energía de reserva, más registros y bases de datos.
Sin embargo, estos y otros sistemas de automatización de edificios y de seguridad sólo son efectivos mientras los servidores que los soportan estén en funcionamiento.
Los enfoques de la automatización de edificios y la disponibilidad de sistemas de seguridad generalmente se clasifican en tres categorías:
1. Copias de seguridad y restauraciones de datos
2. Alta disponibilidad (HA)
3. Disponibilidad continua (CA)
Cuál de estos tres enfoques generales es necesario para las aplicaciones de seguridad de sus edificios dependerá de una serie de factores.
En primer lugar, sin embargo, es importante determinar el estado de su actual infraestructura de automatización de la seguridad. Aunque la arquitectura de su sistema puede ser considerada de “alta disponibilidad”, este término se utiliza a menudo para describir una amplia gama de estrategias de conmutación por error, algunas más tolerantes a los fallos que otras. En caso de que falle un servidor, ¿se producirá un fallo en la seguridad? ¿Pueden perderse datos críticos? ¿La conmutación por error es automática o requiere intervención?
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Evaluar las posibles vulnerabilidades de su infraestructura puede ayudarle a evitar una falsa sensación de seguridad que podría volver a atormentarle. Este conocimiento también le ayudará a definir sus necesidades, guiándole hacia las estrategias de automatización y disponibilidad del sistema de seguridad más apropiadas para su entorno.
Entonces, ¿cuánta disponibilidad necesita? Obviamente, lo ideal sería desplegar el máximo nivel de tolerancia a fallos para todas sus aplicaciones de seguridad en la empresa. Pero el coste de esta estrategia podría ser prohibitivo. Además, no todas las aplicaciones de seguridad requieren el máximo nivel de tiempo de actividad.
Por ejemplo, algunas aplicaciones pueden desplegarse en un enfoque de varios niveles. Con este arreglo, podría haber un “servidor maestro” en un lugar centralizado que controlara una red de servidores de sitio, que regularmente almacenan en caché datos en el servidor maestro. En este escenario, se podría configurar el servidor maestro como FT pero decidir que la HA es adecuada para los servidores del sitio, dada su carga de trabajo. Todo depende de la criticidad de la función de cada servidor dentro de la arquitectura de automatización de la seguridad.
Evaluar cuidadosamente sus necesidades para cada aplicación de seguridad y planificar su infraestructura para proporcionar el nivel adecuado de disponibilidad es la clave para equilibrar sus necesidades del mundo real con las realidades de su presupuesto.
¿Están sus sistemas de seguridad y automatización de edificios listos para un desastre? Echa un vistazo a esta Infografía que contiene estadísticas clave de la Encuesta de Seguridad y Automatización de Edificios Stratus 2015.
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